Dice el lema que lo bueno no se cambia, y no es necesariamente que cuando los permisos de importación se hacían mediante subastas a través de la Junta Agroempresarial Dominicana fuera el mejor de todos los métodos, pero constituyó un retroceso haberlos eliminado para dejar la facilitación de esos permisos a la discrecionalidad individual de una persona. Para subsanar el error, el Poder Ejecutivo creó con el decreto 605-21 la Comisión para las Importaciones Agropecuarias para adjudicar los permisos de las importaciones agrícolas. En esa comisión hay una caterva de instituciones, lo que por lo menos va a garantizar concertación y que los permisos no dependan de los humores, caprichos o intereses (subrayen eso último) de una sola persona.