Los distintos procesos internos del PRM en los últimos años ponen a Luis Abinader como el líder indiscutible de esa organización, por lo que resulta la persona que no debe delegar ni olvidar y que tiene que estar al frente de su partido. Son muchas las quejas de la militancia de base por empleos y el hecho de que sus principales dirigentes sean a su vez funcionarios del primer nivel del gobierno huele a descuido. Tampoco existe un enlace partido-gobierno, con lo que se ha perdido el dinamismo y provocado que ese partido cayera, en opinión de analistas, en un letargo. Por eso ha sido visto como inteligente que mañana en la tarde Abinader encabece la reunión de su Dirección Ejecutiva.