El autor es antropólogo. Reside en Nueva York.

POR FELIX REYES

Si Carlos Marx hubiera conocido acerca de importantes hechos históricos del siglo XX y XXI, incluyendo algunos influidos por sus ideas, probablemente habría contemplado también invertir los términos de aquella memorable frase contenida en su libro “El 18 Brumario de Luis Napoleón Bonaparte”, acerca de la recurrencia de los hechos históricos.

Así, además de enunciar que estos se repiten, presentándose primero como tragedia y después como comedia, hubiera escrito también lo inverso: primero se presentan como comedia y después como tragedia.

Tres importantes hechos son ejemplos de que la historia también puede presentarse primero como comedia, en el sentido de acciones fracasadas y de aparente escasa relevancia, para entonces, en un segundo intento, ser exitosas para quienes las emprenden y de gran impacto histórico, aún cuando devinieran en tragedias para las sociedades donde se manifestaron.

Uno de los hechos de mayor influencia en el siglo XX lo constituye el triunfo de la ideología nacional socialista que hizo posible el ascenso al poder de Adolfo Hitler.

Como es conocido, un hecho clave en el proceso histórico que posibilitó la emergencia de la Alemania Nazi estuvo precedido del intento fallido de golpe de estado conocido en los anales históricos como el Puscht de Múnich.

Es este un primer ejemplo de recurrencia histórica signada por acciones fracasadas en un primer intento y de aparente escasa relevancia, que fueron exitosas en el segundo y de gran impacto en la historia mundial.

Otro ejemplo que puede ser citado es el triunfo de la revolución cubana, en el Año Nuevo del 1959, hecho histórico que fue precedido por el fracasado asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

Mucho se ha escrito acerca de cómo en su discurso de defensa “La Historia me Absolverá” el Dr. Fidel Castro Ruz reflejó cierto comportamiento mimético respecto a las declaraciones del fuhrer Adolfo Hitler en su libro “Mi Lucha”. Ambos textos, motivados en los citados intentos fracasados, sentaron las bases programáticas que orientaron los exitosos segundos intentos.

La revolución cubana fue uno de los hechos que más influyó en la historia latinoamericana del siglo XX. Su influencia, quizás positiva en sus primeros años, tuvo mayormente una influencia negativa en la medida al ser instrumento soviético de la extensión de la guerra fría en el continente, generó reacciones en el extremo opuesto que posibilitaron la instauración de regímenes de derecha despóticos, retardando avances democráticos que entonces empezaban a gestarse.

Un tercer ejemplo está constituido por el intento fallido de golpe de estado de Hugo Chávez Frías el 4 de febrero de 1992, el cual siete años después ascendió por la vía de elecciones democráticas las escalinatas del Palacio de Miraflores, entronizando un régimen que, además de suprimir las instituciones liberales y democráticas que le permitieron ascender al poder, 22 años después ha destruido la economía de un país que en el pasado fue receptor de migraciones y hoy expulsa a millones de sus ciudadanos.

El 6 de enero del año 2021, el entonces presidente Donald Trump encabezó un plan que pretendía interrumpir el orden democrático en la sociedad norteamericana, aludiendo un supuesto fraude sin mostrar pruebas creíbles, sobre los resultados electorales del año 2020 en varios estados como Arizona, Michigan, Pennsylvania, Wisconsin y Georgia.

Este plan consistía en tomar la sede del congreso de Estados Unidos para impedir la certificación de los resultados electorales que daban como presidente al candidato demócrata y determinaban una mayoría de este partido en ambas cámaras del congreso.

Como es conocido, este plan tuvo un estrepitoso fracaso, no pudiendo evitar la Asunción de Joe Biden como presidente y hoy algunos de sus protagonistas, entre las que destacan figuras del entorno del ex-presidente, todavía son objetos de investigación.

Como hemos visto, el fracaso de un primer intento no implica el fracaso definitivo.

Hoy debe preocuparnos la posibilidad real de que el ex-presidente Trump vuelva a ser el candidato del Partido Republicano y se convierta de nuevo en presidente de este país, a pesar de su inequívoca muestra de vocación anti-democrática.

Tal vez, usando una expresión acuñada por un reconocido teórico político italiano, se trata de una profecía que se autodestruye, que significa una advertencia formulada con tiempo suficiente que nos mueva a la acción para impedir su ocurrencia.

JPM

ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.