Ha tenido en las últimas décadas un significativo crecimiento de su radio urbano con viviendas de concreto, pero mantiene las características de lo que puede considerarse un pueblo tranquilo que no es afectado hechos de violencia y los males de la modernidad.

Antes, hace mucho tiempo, para ir al Sur profundo -o para venir a Santo Domingo desde allá- había que pasar por su centro. Pero la nueva autopista entre San Cristóbal y Baní fue trazada por las afueras y, por lo tanto, el tráfico vehicular se realiza incesante por el exterior del área céntrica.

Esto ha provocado que los viajeros apenas se den cuenta de que pasan por el territorio de Yaguate, en el cual se radicó en 1882 la familia Vicini y estableció el ingenio Italia (más tarde llamado Caei) fomentando el cultivo de caña, cuyas plantaciones cubrían toda la zona.

Yaguate es una comunidad de pocos vuelos económicos que vive una especie de modorra, pero con signos progresistas, que inexplicablemente repercute poco en los medios de comunicación del país. Sus  palpitaciones -buenas y malas- prácticamente no son percibidas ni siquiera en las hoy sentidas redes sociales.

Noticia valiosa

Sin embargo, un hecho sencillo, pero que estimamos valioso, ha llegado a nuestro conocimiento, produciéndonos satisfacción: los estudiantes del bachillerato técnico del ramo de electricidad del Politécnico Ana Lilliams Miranda, de Yaguate, podrán realizar pasantía en las hidroeléctricas que opera la estatal Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID).

Egehid y la dirección de ese centro educativo firmaron un convenio que permitirá a los estudiantes realizar esa pasantía con gastos plenamente cubiertos por la primera, incluyendo comida y transportación.

El primer grupo conformado por 15 estudiantes que cursan su último año del bachillerato técnico en electricidad, inició ya en las hidroeléctricas Valdesia y Aguacate el programa de pasantía de seis meses, el cual le aportará conocimientos sustanciosos.

El administrador de la EGEHID, ingeniero Rafael Salazar Rodríguez, además de los acuerdos que implica el convenio, se comprometió con los padres y tutores de los estudiantes a  darles un aporte económico para que inscriban a sus hijos en las universidades.

Salazar, quien sin estridencia se hace sentir positivamente en San Cristóbal y muchos otros puntos del país,instó a los estudiantes a inscribirse en las universidades inmediatamente que terminen su bachillerato y les advirtió que «a esa edad no se toma vacaciones. Eso es bateo y corrido, es un error parar”.

¿Por qué es importante este hecho?.

Porque las edades de los estudiantes que inician el programa de pasantía oscilan entre los 15 y los 18 años y se constituyen en potenciales profesionales que de una forma u otra pueden servir a su comunidad.

Vale la pena destacar que el Politécnico Ana Lilliams Miranda, del sistema escolar público, funciona como tal desde el 2007, impartiendo las carreras técnicas de Turismo, Contabilidad, Informática y Electricidad. Su objetivo es preparar jóvenes para que puedan incursionar inmediatamente al mercado laboral y así ser más productivos a su comunidad, a su familia y al país.