Primero el director de la Oficina Nacional de Defensa Pública, Rodolfo Valentín Santos, y luego el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, resaltaron la semana pasada las terribles cuestiones de presos enfermos y de la sobrepoblación en la cárcel de La Victoria por muchos que guardan irracional prisión preventiva. 8000 hombres apiñados en ese infernal reclusorio, incluyendo 150 enfermos mentales y muchos con cáncer, sida y otros males terminales. Un drama sin fin esa cárcel, una vergüenza nacional, como dijo Ulloa y así, nada raro que su denuncia y la de Valentín Santos en nada resultaran. Quizá la última esperanza sean ellos; que presionen insistentemente a Justicia y Ministerio Público a fomentar una salida decente a esto.