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Se cumple más de un mes desde que Vladimir Putin invadiera Ucrania. En apenas 5 semanas, un país que antes de la guerra tenía el PIB equivalente a la República Dominicana y Panamá, un país libre y democrático, está siendo reducido a escombros. Esta agresión injustificada está teniendo un impacto en el mundo entero.
Las acciones bélicas de Putin han elevado el precio de los alimentos y el combustible, aumentando así el costo de la vida en la República Dominicana. Los ataques indiscriminados a la población civil han provocado un éxodo de 11 millones de refugiados, de los cuáles 4 millones abandonaron su país y han sido acogidos en su amplia mayoría por la Unión Europa. Se trata del equivalente a toda la población del Gran Santo Domingo.
Putin ha demostrado su desprecio total por el derecho internacional, las normas fundamentales de convivencia pacífica y el respeto a la integridad territorial de los Estados, tal como está recogido en la Carta de Naciones Unidas.
La agresión militar sin precedentes de Rusia contra Ucrania, un ataque premeditado y sin justificación alguna, ha sido condenado por la comunidad internacional a través de dos resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas respaldadas por una amplia mayoría.
La República Dominicana, al igual que la región latinoamericana y caribeña, ha permanecido del lado del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas, y la soberanía nacional. Putin asegura que Ucrania no tiene derecho a existir como nación independiente. Ha intentado justificar el horror causado falseando la realidad: primero alegando la protección a la minoría étnica rusa de un posible genocidio, después de una respuesta a la provocación de la OTAN, y ha llegado a afirmar que Ucrania es un país ficticio.
No queremos una guerra más en el continente europeo, y por ello apoyamos los esfuerzos políticos hacia la paz. La Unión Europea reafirma su disposición a acompañar los esfuerzos en favor de un alto el fuego, y el regreso de los refugiados.
Ucrania tiene derecho a determinar su propio futuro, y asegurar sus fronteras. Esta crisis nos concierne a todos. Lo que está en juego no es solamente la libertad y la soberanía de Ucrania, sino la de todas las naciones comprometidas con los valores democráticos. Por eso, necesitamos que la comunidad internacional siga demostrando unidad y determinación ante la amenaza de Rusia a nuestras libertades.
Autores:
- Annemieke Verrijp, Embajadora del Reino de los Países Bajos
- Volker Pellet, Embajador de Alemania
- Eric Fournier, Embajador de Francia
- Antonio Pérez-Hernández, Embajador de España
- Stefano Queirolo Palmas, Embajador de Italia
- Katja Afheldt, Embajadora de la Unión Europea
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