Cuando se acerca la zafra electoral se ven muchas cosas en el escenario, hasta promesas de maquinitas de hacer dinero. Lo último del lado cómico de la política local es el surgimiento de un bloque de partidos minoritarios que encabeza el Frente Amplio e incluiría a Alianza País y proyectos de partidos como Patria Para Todos, para presentar una candidatura presidencial alternativa en las elecciones del 2024. El objetivo sería elevar un discurso antisistema, contra la élite empresarial y política.

En ese plan, ya el Frente Amplio lanzó la primera piedra y rompió la alianza con el PRM y de ñapa acusó ese partido y a Luis Abinader de gobernar para los ricos.

A ese partido, el PRM en dos ocasiones, le ha dado diputación nacional y lo propio ocurrió con Alianza País en la última elección. Premió con una embajada al que fue el dirigente más prominente del Frente Amplio, Fidel Santana.

En coalición

D el Frente Amplio, empezaron a cursar las comunicaciones a sus potenciales aliados, pero ya han apalabrado el tema y están de buen ánimo. La dinámica consistiría en que lo partidos que decidan formar esa coalición hagan unas primarias abiertas para elegir el candidato presidencial. Sería un modelo al estilo Chile, que llevó a la Presidencia a Gabriel Boric, que tenía más de diez años en el escenario político chileno desde las históricas protestas universitarias.

Dionicio Restituyo, actual diputado nacional del Frente Amplio, argumenta que observan que el PRM de Abinader pueda repetir la historia del PRD, que en el 1986 trajo de vuelta a Joaquín Balaguer y en el 2004, al PLD y Leonel Fernández.

En la bola de cristal del Frente Amplio no hay garantía para la reelección de Abinader y por eso decidió ir a la oposición a forjar una opción alternativa para evitar que vuelva Leonel en su nueva versión, Fuerza del Pueblo (FP). También quiere evitar el regreso del PLD en su versión exclusiva de Danilo Medina y seguidores.