El desorden prevaleciente en el tránsito vehicular lejos de solucionarse tiende a agravarse en perjuicio de quienes tenemos que salir a la calle, manejar un vehículo de motor y exponernos cada día al estrés que conlleva  abrirse paso en una jungla donde el más agresivo y mal educado se impone en base a su temeridad.

El problema tiende a agravarse porque cada día hay más vehículos en nuestras vías y ejemplo de ello es que a pesar de los corredores de autobuses habilitados recientemente, los cientos de carros destartalados que se supone saldrían de circulación, se mantienen dando servicios de concho por imposición de los sindicatos.

En adición a esa situación, ayer se inauguró otra feria de venta de vehículos usados que de seguro venderá sobre las cuatro mil unidades, como es costumbre, las que se sumarán al caótico tránsito vehicular aumentando, además, los altos niveles de contaminación ambiental que padecemos.

Al Intrant y a la Digesett se le ha ido  el problema de las manos por lo que se hace necesario que el Gobierno, en coordinación con esas entidades, organice los seminarios y estudios necesarios para buscar una solución integral a un problema que afecta la salud, el tiempo y la economía de la población.