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El autor es abogado. Reside en San Cristóbal
Muchas veces no nos atrevemos a escribir sobre ciertos tipos de temas, más que nada porque el objeto de discusión de lo escrito puede generar pasiones que pueden llegar a ser de odios o cualquier otro sentimiento negativo que al autor no le interesa despertar.
Sin embargo, quisiera que, con el permiso del lector, me permitieran abordar desde el punto meramente crítico y la intensión de dar algún beneficio a la sociedad sobre un tema que increíblemente siempre es de actualidad.
Recientemente y en muchísimas ocasiones anteriores se ha comentado acerca del Trujillísmo en la Sociedad Dominicana, personificando en una persona de nuestra historia un sentimiento y una cultura cuyos orígenes son mucho mas antiguos que el propio descubrimiento de la isla por parte de los colonizadores Europeos.
Si observamos en el vestuario del entonces jefe Trujillo, Tirano, Dictador y cuantos más epítetos propios de sus demostraciones megalómanas, veremos rasgos de los tiempos imperiales de autoritarismo, pertenecientes a edades ya superadas para ese tiempo de la historia mundial, pues para esos periodos ya los poderosos gobiernos monárquicos, autocráticos y antidemocráticos comenzaban su periplo de decadencia y de transformación en monarquías parlamentarias o democracias, cediendo los gobiernos a regímenes votados y elegidos por su población.
Hemos sido nosotros, los Dominicanos, en el paso de los años, que hemos puesto el nombre de Trujillísmo a esas manifestaciones de autoritarismo, cargadas de privilegios irritantes para una clase que se autodenominaba “de Primera” en desmedro de todo el conglomerado que habita, trabaja y construye la patria, y así tener un culpable que sin ser inocente, se convierte en un producto terminado de nuestra propia formación histórica.
Tanta amargura durante tres décadas sembró la familia Trujillo y especialmente el llamado perínclito barón de la benemérita en estas tierras, que olvidamos que en la historia Dominicana existieron Ulises Heureaux, Pedro Santana y otros tan crueles y malvados como el Benefactor de la Patria… que hoy en día los edificios, terrenos y artículos como prendas de vestir y mobiliarios de oficinas se han perdido, siendo los llamados a atestiguar ante las nuevas generaciones el nivel de aberración e idolatría imperante en ese tiempo y que pudieran servir como elementos de generación de riquezas para aquellos lugares en donde se encuentran como parte del turismo histórico, se pierdan en el abandono y en el ostracismo.
Mucho de esto lo hemos visto en leyendas de los historiadores acerca de las cuantiosas obras, las edificaciones hechas para satisfacer el ego del sátrapa y sus acólitos y los artículos personales que según se comenta, reposan en residencias de personas que, por alguna ligazón con el poder, pudieron distraer para sus recuerdos personales y privados.
La Casa de Caobas, que desde fuera solo se ve como un cajón abandonado y que, aunque hace muchos años tuve el placer de visitar y contemplar trajes militares, sombreros de los llamados bicornios, sables entre otros artículos, hoy solo puede servir como almacén de comején o para la firma de una película de terror, solamente por el hecho del odio a lo que representa el Trujillísmo para nuestra historia.
La casa de Najayo, ubicada en un lugar en donde bien podría haber un restaurante decorado con artículos de la época, con esa vista impresionante, que pudiera generar mucha actividad turística en esa zona.
Y así muchas cosas más que, presentadas como los resultados de regímenes autoritarios y egocéntricos, servirían para mostrar a las generaciones que no vivieron esas oscuras noches de nuestro país, una serie de aristas del oprobio y martirio de nuestro pueblo tuvo que vivir a consecuencia de la infamia y control total.
Nada de justificación a la ignominia del autoritarismo, pero solo comparar que, si en Europa hay naciones que muestran su arquitectura barroca de épocas autoritarias, museos y piezas de las temporadas mas siniestras de su historia como activos para el conocimiento, por qué nosotros no podemos???.
JPM
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