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Nueva vez, las fuerzas patrióticas marcharán hoy para alzar su voz en la defensa de la integridad nacional.

La convocatoria es en Azua, una tierra abonada por las gloriosas batallas contra el ejército invasor haitiano.

Y para darle un marco todavía más digno y relevante se hará en la víspera del Día de la Constitución, efeméride apropiada para recordar a los dominicanos que este es un país libre y soberano.

Por encima de estos valores constitucionales y la mística de las luchas patriotas, maquinan organismos internacionales y gobiernos para que la desconozcamos.

¿De qué manera?

Doblegando las reglas migratorias para permitir el asentamiento de miles de refugiados haitianos, o prohibiéndole al país que repatríe a los indocumentados, lo que no se ha hecho en ningún país del mundo.

¿Por qué debemos heredar el caos haitiano si no lo provocamos?

¿Por qué debemos aceptar mansamente que pisoteemos nuestra Constitución en aras de una solución imposible y ajena a nuestro país?

¡A la marcha todos, la nación espera eso de sus mejores hijos!

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