EL AUTOR es político. Reside en Santo Domingo.

Este viernes 17 de mayo se cumplen cuarenta y ocho años del vil asesinato de   Orlando Martínez y valen todos los homenajes a su eterna rebeldía.

Más cuando los tiempos presentes son para seres humanos de su estirpe: crisis ambiental, bajo amenaza de privatización del agua, depredación sin límites y azote mortal del triángulo minero: Falcondo, Barrick y Cerro Maimòn en el centro de la isla, Gold Quest y Belfond en el Sur, y Uni-Gold y Barrick en el Noroeste.

Crisis de salud y seguridad social asaltadas por ARS y AFP privadas, asociadas a políticos y capitales sucios. Caos en el transporte. Mafias energéticas. Prostitución de múltiples conquistas, incluida el 4%. Déficit brutal de viviendas. Ausencia de seguridad ciudadana. Poder gansterizado. País con el latifundio intacto, neoliberalmente endeudado y recolonizado, cada vez más privatizado vía APPS y Fideicomiso.

 Continuidad de un sistema de corrupción e impunidad al que le siguen agregando abundantes “vacas sagradas” empresariales, narco-políticos del PRM y ex jefes policiales.

Tiempos de ferocidad y voracidad imperialista contra Nuestra América y el Mundo. De golpes regresivos, agresiones a Venezuela bolivariana, coloniaje en Puerto Rico, intervenciones desgarradoras en Haití, cercos a Cuba y ataques de OTAN en Ucrania y en múltiples puntos del planeta. Tiempos de crueles guerras de reconquista, racismo desbocado, neofascismo, feminicidios a granel y desigualdades espantosas.

Tiempos también de nuevas indignaciones y rebeldías, resistencias y ofensivas populares necesitadas de nuevos sueños realizables, y movimientos y propuestas transformadoras. Tiempos para ser como él, no solo para llevarle flores.

Tiempos para Orlando, aunque no idénticos a los suyos. Tiempos para hacer lo que él hizo: recrear pensamiento y acción fundidos contra las injusticias.

Nuevos tiempos en un mundo cambiante y convulsionado. Tiempos para nuevos Orlando y nuevos Microscopio en un país sin democracia y sin Soberanía, necesitado de ingeniosos procesos destituyentes y constituyentes.

 ¡Orlando siempre presente, con su microscopio espacial a cuesta, con sus torrentes de ideas eternas, enfrentado al gran capital y sus imperios junto al viejo Marx, a Bolívar, al Che, Fidel y sus continuadores! Abrazado a Duarte, Luperón, Manolo, Minerva y Caamaño.

jpm-am

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