El autor es periodista. Reside en Santo Domingo

Viendo los avances institucionales en desarrollo que lleva el presidente Luis Abinader en lo que va de su gestión, Leonel Fernández, que en vez de hacer avanzar hizo retroceder la institucionalidad democrática, debería quitarse el sombrero y hacer silencio.

Haber establecido Luis como norma el respeto a la separación e independencia de los poderes del estado, que es la base en que descansa la democracia.

Iniciar el saneamiento del Poder Judicial, empezando por poner al frente del Ministerio Público a dos magistradas que llenan de orgullo al pueblo dominicano, en sustitución de los cuadros políticos que estuvieron en sus tres gobiernos.

Cumplir y hacer cumplir las leyes de Función Pública y la de Compras y Contrataciones Públicas, cuyo irrespeto iniciaban la corrupción administrativa.

Darle un corte seco a la corrupción gubernamental que salpicó  aquellos gobiernos morados.

Abordar la reforma y modernización de la Policía Nacional en un proceso de reeducación de sus miembros que dirige un grupo de respetables académicos nacionales.

Lanzar una persecución contra el narcotráfico que no se observó en aquellos gobiernos, sino todo lo contrario.

Disponer auditorías a todos los órganos del gobierno, y y sus respectivas publicaciones, lo que el propio presidente Abinader subraya nunca se había dispuesto en toda la existencia de la Contraloría.

Por el contrario, fue en los gobiernos de Leonel que se puso fin a las ejecuciones presupuestarias que se publicaban en los gobiernos del fallecido presidente Joaquín Balaguer.

Ser Luis un ejemplo de honestidad personal, como parte de una familia empresarial que tiene por protocolo no hacer negocios con el gobierno.

Ser un primero entre iguales, ciudadano presidente modélico, que no nos avergüenza en ninguna de sus actuaciones.

Todo lo que implica esa gestión ética que viene produciendo un saneamiento de la cosa pública que el gobierno del PLD no quiso hacer, sienta las bases para que en concertación y respeto se impulsen las vías hacia el desarrollo integral del pueblo dominicano.

Por todo eso que está haciendo Luis y que él no quiso hacer, es que Leonel debería quitarse el sombrero y hacer silencio ante el Presidente.

jpm-am