Desde hace algún tiempo nos hemos convertido en espectadores del crecimiento vertical que está presentando nuestro país en materia de construcción y que, aunque se presenta un ambiente de franco economía y desarrollo, no es menos cierto que surgen preguntas que nos llenan de inquietudes.

Una de esas es precisamente, la capacidad existente para enfrentar un evento de incendio en las alturas o posibles rescates por temas de terremotos y ruptura de la comunicación entre pisos en las alturas o simplemente manejo de productos inflamables en espacios cerrados.

Algo que sin dudas está a toda prueba, es el valor y la entrega de las personas que dedican su vida o parte de ella a servir como Bomberos, brigadistas o paramédicos rescatistas (remunerados de oficio o dedicados por voluntariado) quienes han mostrado el lado humano y decidido de las personas que tienen por vocación brindar ayudas a quienes así lo necesiten.

Los acontecimientos recientes de San Cristóbal y las Terrenas reavivan estas inquietudes y lejos de establecer críticas contra el sistema, pretendemos auspiciar un debate en donde se entienda la necesidad que existe en un país que cada día crece y crece pero que debe mirar hacia su estructura misma, de donde están las contingencias que prevean las pérdidas de vidas y de bienes, llenando de tranquilidad y seguridad a nuestros conciudadanos.

Las preguntas que surgen son:

1.- Los equipos con que cuentas nuestros Bomberos son adecuadas para cada evento que pueda presentarse en las alturas o debajo de la tierra.

2.- Se necesitaría que los cuerpos de Bomberos de todo el país estén dirigidos o estructurados por alguna entidad más adecuada que la actual? Sin desmeritar a los Ayuntamientos.

3.- Contamos con especialistas para todos los temas que se pudiesen presentar.

Quizás existan otras inquietudes que solo los lectores pudieran tener al momento de realizar un análisis a estos planteamientos.

Lo que si representa un tema a discutir es el tipo de permisos que se debe implementar en lugares públicos y privados donde se realicen trabajos de cualquier tipo y cuyo proceso pudiera atraer algún tipo de riesgo o peligro. ¿¿Quién da el permiso?? ¿¿Sobre qué base?? ¿¿Las calidades de los inspectores para aprobar o no el permiso??, en fin, varias aristas a discutir para concluir en que necesitamos más seguridad y sobre todo más recursos para los cuerpos de Bomberos y socorristas del país.

Dicen en el campo que cuando se piensa en el pollo, hay que pensar en el “Moquillo” por eso a la par con el desarrollo debemos analizar las amenazas que vienen con ello.

jpm-am