La democracia fluyó y la alianza se ratificó y amplió (OPINION) | AlMomento.net

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.
La alianza parcial PLD-PRD-FP, que recién se ampliara y se anunció que abarcaría más de 20 senadurías y apostaba a unas 300 posiciones electivas, habría sido obra de una fina carpintería política y gran persistencia de Miguel Vargas, Jose Frank Peña y los comisionados de los tres partidos que confiaron en el valor de la unidad como factor de éxito y garantía de triunfo.
Sin dudas, para neutralizar los egos de por medio y obviar agravios pasados, habría influido –hasta ser determinante– la gran presión ejercida desde las bases hacia las cúpulas partidarias, bajo el clamor realista y convincente de que: “sin alianza, no hay esperanza”.
Una tromba marina o tornado, en aparente disposición de pasarle por encima a liderazgos partidarios con posiciones cerradas o contrarias a alianzas y acuerdos convenientes, por demás, habría servido para romper amarras o compromisos, reales o supuestos, atribuidos a los expresidentes Danilo Medina e Hipólito Mejia, con miras a empujar a una repetición de la alcaldesa Carolina Meja en el cargo que ocupa y al que -de nuevo y ahora con más fe- le vuelve a poner la mira el municipalista Domingo Contreras.
Al respecto, hay los que creen que, aun cuando Domingo está bien plantado con la alianza opositora que lo respalda, debería agenciarse el apoyo coyuntural de los padrinos naturales del proyecto político en carpeta desde hace un tiempo en favor del ministro de Turismo, David Collado.
Este no consiguió ser vice de Luis, pero se fue a tiempo y no repitió en la alcaldía, para preservarse. Al parecer, era lo que habría querido hacer la jovial y dinámica dama, pero las circunstancias la llevan a tratar de repetir.
Y ese paso, no deja de ser un reto muy riesgoso para ella. De ganar, no habría logrado mucho más de lo que ya tiene, pero si pierde el cabildo se le pondría más lejos la posibilidad de entrar con buen pie y fortaleza en busca de la candidatura presidencial del 2028, donde, de no quemarse ahora, casi seguro tendría a Collado como principal rival, al no repuntar otros en el PRM y Luis, pase lo que pase en el 24, ya no estaría en el roster.
Entonces, tendría sentido una manita discreta a Contreras, porque sin 24 exitoso, no habría 28 para Carolina; eso solo le despeja el camino al proyecto de Collado. En el caso del PLD y Danilo, a quien hace unos días el exvocero de los diputados morados Gustavo Sánchez entendía “abrumado” por un tranque interno –ya superado– con el tema de la alianza opositora, hubo mucha tela que cortar.
Veamos: Había dos corrientes, una pro-alianza y otra contraria a esta. Y, además de Francisco Javier y Carlos Amarante, la presión subía e iba en aumento incierto. Y se comprobó que los pros estaban en mayoría. Y líder no podía salir derrotado ni dar pie a una rebelión. Jugó el rol: Se erigió en mediador entre las dos posiciones. Se acordó un “bajadero”, la democracia fluyó y la alianza se ratificó y amplió.
Poniendo los pies en tierra, la oposición política va tras consolidar una mayoría en procura de tener éxito en las urnas.
encar-medios@hotmail.com
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