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Cuando venía de New York pasaba mis vacaciones en casa de Paula Terrero y Ana María Acevedo. Paula era una dirigente nacional de la Juventud Estudiantil Católica; y Ana María de un movimiento campesino. Ambas residían en Gascue en un apartamento donde el cuarto de servicio estaba reservado a compañeros que allí pernoctaban, generalmente sin que nos enteráramos.
Un día, nos visitaron Gladys Gutiérrez (viuda de Henry Segarra) y Myrna Santos (viuda de Amín Abel), para traernos pruebas contundentes de las violaciones a los derechos humanos durante el régimen de Balaguer. Yo trabajaba en el Centro de Iglesias de la ONU y era parte del Comité de los Derechos Humanos en Rep. Dominicana, que dirigía Dinorah Cordero.
Al otro día tocaron la puerta y una señora muy acongojada me dijo que nos tenía que pedir perdón, porque hasta la noche anterior ella y todo el edificio pensaban que éramos “cueros”, pero ahora sabían que éramos “comunistas”. Y así, lo que pudo resolver con una conversación amable, se había convertido en una especulación que nos hizo víctimas del escarnio colectivo.
Si cuento esta anécdota es porque eso es exactamente lo que está ocurriendo ahora con las integrantes del grupo de escritoras Anti Canon, del cual Lauristely Peña Solano es dirigente.
La generalidad son muchachas negras, pobres, que han osado dejarse un afro y escribir lo que quieren escribir, así un poema sobre la Barbie, creación norteamericana que es sujeto de todo tipo de burlas por la clase pensante de USA, incluyendo sus artistas, ha servido de excusa para que un grupito de ignorantes que son sus alumnos en el Babeque, o sus padres, hayan iniciado en las redes una campaña brutal, sistemática buscando intimidar a Lauristely.
El Babeque está dirigido por una de las mujeres más brillantes, cultas y buenas que conozco: Rosalina Perdomo, y si no pone coto a este tipo de comportamiento, donde ya no hay pudor contra el racismo, contra la homofobia y el sexismo, me temo que afectará la imagen de colegio irremediablemente.
Está de moda ser racista, confundiendo la nacionalidad con el antihaitianismo, una “hazaña” del Tribunal Constitucional; no entendiendo que cuando usted adopta el inglés como idioma principal; y las revistas reportan los Baby Showers, los Wedding planners, los torneos de Golf, los Cristo Rey “Park”, se está fomentando la cultura de otra sociedad, donde Trump y sus seguidores legitimizaron el racismo abierto, la persecución de todo aquel que fuese diferente a su incalificable ejercicio de la política.
Aquí, nadie que no sea taino puede atribuirse el monopolio de la dominicanidad, de su historia. Busquen otros “hobbies” muchachitos/as, o padres, sin oficio.
Ni un paso atrás! Lauristely.
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