Vilma Ibarra, alta funcionaria, activista femenina de Argentina, dice: “no estamos contra los hombres. Todo lo que queremos es desmontar un sistema que abusa y lastima las mujeres”. Es nuestro sistema también; las mujeres son las principales víctimas de pobreza y desigualdad social porque la igualdad de género aún es deuda nacional incumplida. Hay avances; las dominicanas actualmente participan, se destacan en vida pública y privada. Pero la cultura machista dominante en general castra el pleno desarrollo humano femenino. Sabemos que las mujeres y niñas más vulnerables en la escala socioeconómica se unen maritalmente por supervivencia. Es cuando la “solución marido” jamás es cuestión particular anecdótica o graciosa, sino seria vertiente del rezago social femenino dominicano.