Por Freddy Roa.- 

La única esperanza de salvación que tiene el sistema de partidos políticos en la República Dominicana, es someterse a una profunda y real renovación integral.

Los reciclamientos, rotaciones, asambleas simuladas, apoyos inducidos por estímulos monetarios, en fin, todas esas aberraciones han quedado al  descubierto y ya no confunden a nadie.

El cambio en las direcciones partidarias debe ser casi radical. Ningún dirigente desacreditado por sus inconductas políticas debe aparecer en la vanguardia.

Se les debe reservar asientos en palcos y preferencias pero en la retaguardia. Allí tendrán la oportunidad de poner la parte luminosa de sus experiencias al servicio de sus respectivos partidos políticos, a través de los  oficiales que dirigen la vanguardia.

Ya no queda espacio para nuevos ejercicios de «Gatopardismo político», es decir, cambiar algo para que todo siga igual.

Que Dios bendiga al pueblo dominicano.