Con el golpe de agua de algunas horas ayer, las calles y avenidas de la capital se convirtieron en un caos descomunal.

Árboles derribados, tramos inundados y se­máforos sin luz, a causa de las lluvias de la tor­menta Fred, bloquearon vías y paralizaron la circulación vehicular por largo tiempo.

Esta desagradable experiencia debería servir para enmendar algunas deficien­cias en casos como este, especialmente durante esta temporada ciclónica.

No es posible movilizar brigadas pa­ra podar árboles en medio de la tormen­ta. Esa debe ser una labor normal desde el inicio de la temporada, como previsión.

Otra opción es organizar brigadas de escombreo de distintas instituciones, como Obras Públicas, cabildos, bombe­ros y Defensa Civil, para que operen en distintos cuadrantes de la ciudad, en es­tas emergencias.

Las autoridades de tránsito también deberían prohibir el estacionamiento en vías públicas, pues ayer se presentaron situaciones en las que por estar ocupa­dos los carriles era imposible que, an­te escombros, los vehículos pudieran avanzar.

La lista de dificultades es amplia co­mo para que sirvan de referencias a la hora de diseñar operativos preventivos o de emergencia durante tormentas, ci­clones u otros trastornos causados por la naturaleza.