EL AUTOR es contador publico autorizado. Reside en Nueva York

El dilatado régimen castrochavista, ayer dirigido por el incompetente y corrupto caudillo, Hugo Chávez Frías, y hoy comandado, por Nicolás Maduro, tan incompetente y tan corrupto como el primero, ahora llama a otro diálogo con la vapuleada y apabullada oposición.

En resumen, ya van contabilizados varios diálogos totalmente fracasados, incluyendo el último celebrado en Santo Domingo, República Dominicana, pero a Maduro eso lo tiene sin cuidado pues los supuestos diálogos son una estrategia que le permite ganar tiempo, mientras apuntala su corrupta dictadura.

República Dominicana fue escogida para ese diálogo, porque supuestamente era un país neutral, cosa que no era cierta, pues el país nunca había sido neutral con respecto al régimen chavista, ya que constantemente los peledeistas habían demostrado su apoyo a la dictadura, desde el comienzo cuando era encabezada por Hugo Chávez. Lo que hicieron con frecuencia, a través del congreso y votando a favor de la agenda chavista en los organismos internacionales.

Con su complicidad con el chavismo totalitario, el presidente Medina estaba haciendo un papel inútil en contra de la democracia del continente, como el que hizo el ex presidente Fernández, – también aliado de Maduro, al dejarse tomar como instrumentos del dictador sirviente de la Habana, siendo uno de los negociadores de uno de dichos diálogos, junto a Zapatero y Martín Torrijos.

De nuevo, en esta oportunidad, las reuniones se van a llevar a cabo en México, otro país, que como el dominicano en aquel momento, tampoco es neutral, pues el gobierno de López Obrador grita a los cuatro vientos su apoyo incondicional a la dictadura Castro chavista encabezada por Maduro.

A mi entender este nuevo intento de diálogo va por el mismo camino que los otros, pues Maduro al igual que en los diálogos anteriores mantiene un discurso descalificador de la oposición, catalogándola de extremista, violenta y conspiradora, y él colocándose como la víctima que siempre está siendo agredida por esos vándalos ultraderechistas, cómplices de Uribe y el presidente Iván Duque, a quienes acusa de desestabilizadores de su régimen.

Observen esta perla lanzada por Maduro, sin haber comenzado el supuesto diálogo: «Creo que ya son exitosos los diálogos de paz entre Venezuela y los “sectores extremistas de la derecha” han arrancado con buen pie, ya son exitosos, tengo en mis manos el documento original de México y siento que tiene vida propia»

No creo que con esa postura desde antes de empezar el supuesto diálogo se llegue a ninguna parte.

Los diálogos fueran exitosos si Maduro estuviera dispuesto a ceder en su intransigente postura dictatorial, cosa que lo dudo, a menos que ocurra un milagro.

Sus exigencias para ir al diálogo son en sí un obstáculo inicial, pues este exige que se levanten todas las sanciones a su régimen dictatorial; que los opositores dejen la supuesta violencia y conspiraciones y el reconocimiento de su supuesto legítimo gobierno, por aquellos países que no lo reconocen, porque a quien tienen como gobierno legítimo es el representado por Juan Guaidó.

Ojalá que en esta ocasión se produzca el milagro y mis pronósticos estén equivocados, aunque soy bastante pesimista sobre esa posibilidad.

JPM

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