Sin duda, solo en este país puede suceder, como ha sucedido, que los más escandalosos casos de corrupción gubernamental, con desenfadado tráfico de influencia, involucre de manera directa a familiares directos de la pareja presidencial. Peor aún: sólo en la República Dominicana puede suceder, como sucede, que a pesar de todas las evidencias que muestran estos casos, Danilo Medina, entonces presidente de la República (que no podía ignorar estas ocurrencias multimillonarias), no haya sido llamado por el Ministerio Público, ni siquiera como testigo de algún detalle… (Miriam, Yeni y Camacho debieran aclararlo).