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Comerciantes de los alrededores de la abandonada oficina de la Dirección de Impuestos Internos en la avenida San Martín casi esquina Tiradentes, de la capital, se quejan de la gran cantidad de equipos tirados a la intemperie y llaman la atención por el tiempo que esa oficina tiene cerrada, que se convierte en criadero de ratas.

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