El fideicomiso de Punta Catalina ha sido el tema más urticante últimamente, pero no es el que más preocupa a la población y en especial a los consumidores, el cual es, definitivamente, el alza irrefrenable de los alimentos de consumo básico, por el aumento del petróleo en los mercados internacionales y su impacto a nivel local. El barril del crudo ronda ya los 90 dólares y los expertos creen que subirá más por una serie de factores coyunturales. Entonces, la gran pregunta es qué fórmulas, si es factible alguna, se podrían adoptar para aminorar este brutal impacto negativo en los ya maltrechos presupuestos familiares. Quizás lo único que queda es decir “a Dios que reparta suerte”.