El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tomado una decisión humanitaria con el amparo migratorio en su país por 18 meses concedido a nacionales haitianos.
En las precarias condiciones sanitarias y económicas en que se encuentra un país que también es víctima de la ingobernabilidad la medida del mandatario estadounidense no puede ser más sensata. Con el amparo se evita la deportación de más de 100 mil haitianos residentes en Estados Unidos.
Pero además de la protección sería un valioso aporte del Gobierno estadounidense colaborar para que la vecina nación se enrumbe por la senda de la estabilidad y la institucionalidad.
La nación no ha debido ser abandonada a su suerte por las grandes potencias. Para República Dominicana, que ha tenido que cargar con la masiva migración haitiana, la saludable decisión de Biden representa un gran alivio.
