¡Vive el proceso! – Periódico El Caribe
Inequívocamente puede mirar sólo a través del visor de la confianza en Dios. A las siete semanas un embrión humano tiene tamaño de garbanzo y pueden distinguirse los rasgos del rostro, tiene colita y su parecido es muy lejano a lo que será cuando nazca, ni hablar cuando cumpla setenta...