¡Salve, Padre de la Patria! — El Nacional
La egregia figura de Juan Pablo Duarte ha resistido todos los escarnios contra la acrisolada memoria histórica del prócer, como diamante inmune al fangal en el que en vano se intenta hundir su brillo y valía, expresado en el ardiente saludo que le dispensó el arzobispo Porte: “¡salve, padre de...