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En nuestro país, el dengue es un problema endémico, donde cada año, enfrentamos casos de esta enfermedad (quiebra huesos). En este último año, ha tomado un nuevo impulso en todo el mundo. En la región de las Américas, se han notificado alrededor de 3 millones de casos, la cifra más alta desde 1981, cuando experimentamos una epidemia a gran escala.
China es el lugar más antiguo donde se tienen registros de esta enfermedad, aunque su nombre proviene de África. “Dynga” en el idioma suajili, significa “ataque repentino. Son cuatro los serotipos de virus del dengue. En nuestro país, circulan actualmente DENV-1 y DENV-3. Este virus llegó a las Américas durante la época de la colonización.
¿Cómo nos infecta el virus? A través de un intermediario, en este caso, la hembra del mosquito del tipo Aedes aegypti, que necesita sangre para incubar sus huevos. La transmisión ocurre cuando un mosquito pica a una persona enferma y luego a una sana. La buena noticia es que el 80% de las personas infectadas desarrollan síntomas leves, que en promedio duran de 3 a 7 días.
El Aedes es solo uno de los 3,000 tipos de mosquitos que existen. Este mosquito es pequeño y tiene rayas en su cuerpo. Es muy probable que haya llegado a nuestro país a través de las llantas de vehículos usadas que importábamos de Asia, lo que le ha valido el apodo de “tigre asiático”.
Es común que tanto la población como los políticos favorezcan las fumigaciones como medida de control. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos mosquitos, al igual que otros de su especie, tienden a desarrollar resistencia a los insecticidas. Por lo tanto, es crucial mantener una vigilancia constante no solo sobre el virus, sino también sobre la proliferación y resistencia de los mosquitos.
El control de estos molestos insectos debe comenzar en nuestros hogares e involucrar a toda la comunidad en la búsqueda y eliminación de posibles criaderos. Además, es esencial que otras instituciones oficiales, como el sistema educativo, INAPA, CAASD, Ayuntamientos, y muchas más, se unan en esta lucha. De lo contrario, continuaremos viendo un aumento en los casos de dengue y, lamentablemente, más personas perderán la vida, mientras nosotros debatimos si es brote o epidemia.
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