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Retornar a la normalidad constituye uno de los principales anhelos de amplios sectores que han sufrido e incluso desafiado las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus.
Pero con la amenaza de la variante delta, que ha causado grandes estragos en muchos países, las autoridades tienen que ser cautelosas con la flexibilización del protocolo sanitario.
La vicepresidenta y coordinadora del Gabinete de Salud, Raquel Peña, anunció que se contempla eliminar el toque de queda en las provincias que hayan alcanzado más de un 70% de vacunación con dos dosis.
En un país en que se ha avanzado tanto y que aplica una tercera dosis la decisión luce improvisada o de mero afán para impulsar la recuperación de la economía. Pero de todas formas hay que observar el mayor cuidado por el impacto de la variante delta, que ya está en varios países y se propaga a mucha velocidad.
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