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EL AUTOR es empresario. Reside en Santo Domingo.
Dios en su búsqueda, Jesucristo tras de ti; y como al ladrón en la cruz extiende Su mano y le propone en amor, gracia y misericordia cambiarte:
judío por Judío
Dios por hombre
Corazón de carne por corazón de piedra
Vida eterna por muerte eterna
Esperanzas por desesperanza
Justicia por injusticias
Condena por impunidad
Verdad por falsedad
Paz por turbación
Reposo por cansancio
Consuelo por dolor
Salud por enfermedad
Propósito de vida por despropósitos
Humildad por soberbia
Amistad por enemistad
Perdón por pecados
Elogios fieles de Dios por elogios de hombres.
Salvación por condenación
Justificación por culpabilidad
Redención por esclavitud
Reconciliación por enemistad.
Amor por odio
Santidad por pecado.
Lo que está en juego no es poca cosa, es la vida eterna o condenación eterna del Ser.
Está en juego con eso el triunfo de la vida, sobre una muerte en miserable derrota, porque nada en esta vida nos puede dar lo que Dios nos ofrece.
Has de morir sin ver realizado tus anhelos? Aquellos que el mismo Dios ha puesto en el corazón de cada hombre?
Si en algo bueno hemos de enorgullecernos es en conocer y seguir a Jesucristo como Señor y Dios.
Lo importante no es, cómo lo despidan y elogien aquí, si no, cómo lo reciban allá una vez partimos de este modo de vida.
Y como el ladrón en la Cruz, ese cambio sucederá al instante, Hoy estarás con El en el Paraíso.
Tan personal e íntimo fue el arrepentimiento del ladrón en la cruz frente al Salvador, así es en la realidad, cosa íntima entre dos, que si no se hubiese dejado escrito, no nos hubiésemos enterado. Hágalo.
Mientras el otro ladrón continuó en su orgullo desafiando al Salvador, el arrepentido tuvo reposo eterno para su alma.
Dios ilumine su decisión.
jpm-am
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