
[ad_1]

EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha escuchado el grito de protestas de comunitarios de Barahona -con marchas, repiques de cacerolas y comunicados-, y ha dispuesto la suspensión del transporte de productos mineros desde el Parque Nacional Sierra de Bahoruco hasta el muelle de Barahona, que esparcían un contaminante y molestoso polvillo.
Satisface con lozano reconocimiento que el titular de la citada cartera, Orlando Jorge Mera, se haya sentado a la mesa y oído a viva voz los planteamientos de respetables y preocupados ambientalistas, religiosos y otros actores sociales/populares de Barahona (agrupados en la Coalición Enriquillo) -como Leo Mercedes, Rafael Matos Féliz, Julio Vargas y Manuel de la Cruz- sobre las operaciones de Belfond Enterprise, en la loma Las Filipinas.
Esta minera norteamericana fue favorecida, el 8 de octubre de 2015, por el Ministerio de Energía y Minas con una concesión por 75 años para extraer carbonato de calcio de piedra caliza, que por el muelle de Barahona se exporta a Estados Unidos y otros países.
Estén o no Las Filipinas dentro de la zona protegida por la Ley 64-00 y 202-04 sobre la materia, tenemos que seguir poetizando y cantando, como un divo, a la montaña de nuestras añoranzas, donde brotan los ríos La Ciénaga y Bahoruco; los arroyos Brazo Seco y El Infierno, y conecta con el parque natural Padre Domingo Miguel Fuerte y otras áreas ricas en microcuencas hidrográficas.
I
“El Bahoruco,/esbelta geografía,/progenia libertaria,/leyenda que ennoblece la redondez del alma./Suelo/minerales y cielo;/rocas, ríos, manantiales,/bosques y frutas;/reptiles y aves.
“Horizonte/y dimensión de vida. /Naturaleza lírica poblada de silencios/y terrazas pintadas de verdores,/y vientos que bailan historias al compás/del honor de sus hombres.
“El Bahoruco, /encaramado/destello que explaya/su vista hacia nubes y aguas/azules y caribes. /Y contempla el mar/en el litoral donde duermen sus faldas,/que visten/de nostalgias su intenso panorama/con rumor risueño, sublime y soberano…/y soberano y libre/para adormecer y recrear/el espíritu.
“Mar comprensivo y disipador/de confidencias que del próspero/vientre de la montaña/fluyen cantarinas entre peñascos y callejones.
II
“El Bahoruco, /vegetación y espacio botánico/de herencia indígena. /Huella del pasado/y siglos de flechas/y pólvora.
“Génesis de libertad.
“Libertad entonada con romance/ por los aborígenes de Enriquillo (1519) /cuando el alba sonreía y el Sol chillaba/con su color milenario.
“Cuando el Sol recogía sus alas/y sin su mirada el universo de la sierra/se cubría de tinieblas/y los pájaros que volaban volvían/a sus nidos/y las hojas dormían y sudaban…/y las gotas caían sobre los indígenas…/y en la noche y en el día, /con las gotas de las hojas y las del Sol,/componían cánticos de libertad/ y las flechas y los dardos/ojeaban y entretejían a los españoles.
“Y se fueron los indígenas con su libertad./ Y volvieron otros y otros, por la libertad./ Volvieron los cimarrones y negros/esclavos del Africa,/que se les soltaron/a los españoles/y con su negrura y rabia se treparon más y con/su coraje elevado como la montaña/exclamaron libertad!/ y lanzaron puntas afiladas…
“Los haitianos de Toussaint, también (1802)/ y los verdinegros de Manolo (1963)/en el Pozo de los Lindos.
“Y otros y otros más volvieron por la libertad”.
Desde esta tribuna mediática, nuestro respaldo solidario en su nueva brega, esta vez por la protección de cerros y colinas naturales, a valerosos, fraternos y entrañables compañeros clubistas de la década de 1970; a viejos camaradas revolucionarios y a profesionales desarrollistas provincianos, que se entregan en cuerpo y alma por su terruño de nacimiento y su país.
En 1986 escribimos los anteriores versos, bajo el título de “Montaña de libertad y vida”, que ahora trasponemos como “Montaña de vida y libertad”. También poetizamos que “sin bosque ni río/las represas enmudecen,/y los surcos, si cantan,/cantan con sed,/erosivos. Y sus árboles yacen sin/pétalos ni frutos,/lampiños y marchitos./Así la vida no danza,/ni yo canto. ¡Qué triste sería la vida sin bosque!”
JPM
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
[ad_2]
Source link