El presidente Luis Abinader conserva, a casi tres años de gestión gubernamental, una cuota importante de apoyo ciudadano, y así lo indican diversas encuestas sobre preferencias políticas, incluso algunas de las mediciones de trabajo que encargan partidos opositores.
Y ha sido porque desde que se inclinó tras un firme propósito de reconstruir este país, el Abinader ha tomado su responsabilidad como un santuario para honrar su palabra y no traicionar el juramento constitucional con el deber cumplido.
En cada paso y decisión ha tratado con la debida firmeza su obligación como primer estadista de la nación, dejando en cada acción un sello indeleble de responsabilidad y coherencia con las cosas bien hechas. Para que después no hablen o intenten hacerlo.
Por eso su valoración y respeto adquiere cada día mas respuestas de apoyo en la gran mayoría de los dominicanos. Y, por supuesto, esto se refleja en un sólido espaldarazo a su ya definido futuro político de cada a los próximos procesos electorales que se avecinan.
Abinader marcha fuertemente posesionado en su tercer año de gestión, en medio de una aceptación y respaldo envidiables, sobre todo si se toma en cuenta que históricamente la realidad ha sido otra, pues el ejercicio del poder se ha convertido en un fenómeno de desgaste de nuestros lideres, inclusive en pleno ejercicio del poder.
En este 2023, habrán trascurridos tres años d esta primera gestión con logros y resultados alcanzados desde que asumió el poder en el salón de la Asamblea Nacional para juramentarse como presidente de la República Dominicana.
Hay que recordar que ese ascenso al poder estuvo matizado por diversos hechos, desde intentos fallidos para impedir su juramentación hasta encarar delicados escenarios externos e internas heredados.
Esa situación no envidiable no impidió que Abinader lograra conducir la nación en medio de una pandemia con estabilidad económica, lo que le mantiene una alta tasa de aprobación entre la población votante.
En su gobierno le resta un año y unos meses, de acuerdo a la Constitución, la Organización Mundial de la Salud ha declarado que la pandemia del COVID no constituye ya una amenaza temor para el mundo. Y ahí hay que recordar que República Dominicana fue el primer país de la región en comenzar una campaña para vacunar con una tercera dosis a grupos de riesgo aun cuando no se había completado superar el 70 % con al menos una dosis.
No hay la menor duda de que Abinader tiene grandes posibilidades de mantenerse como un candidato firme para el 2024.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) está en el poder. Pese al contexto de crisis en que le ha tocado gobernar, no se puede afirmar de manera tajante que su fortaleza se ha desmoronado o que no tiene posibilidad de volver a vencer a sus competidores.
Por: Jerez Wisky
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