Por la influencia de Estados Unidos hemos instaurado determinados avances técnico-institucionales para combate al crimen organizado, en “cara virtuosa de la injerencia”, pudiéramos decir. Caso de la ley de Lavado de Activos. Fue un duro golpe a corrupción y narcotráfico; pero si hoy la tenemos no fue por buena voluntad de nuestros legisladores. La aprobaron tras Estados Unidos advertir que si no, la banca nacional quedaría aislada del resto del mundo. La ley Sobre Soborno en Comercio e Inversión resultó también de insistencia norteamericana, recordamos. Ahora necesitamos otra legislación clave contra corrupción y narcotráfico y que otros países vecinos tienen ya: ley de extinción de dominio. Nuestro país la necesita y Washington la quiere también. Veremos.
