El contrabando de armas de fuego proveniente principalmente de Estados Unidos, pero también desde República Dominicana y Jamaica, agrava significativamente el cuadro de violencia e inseguridad en Haití, ha advertido la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Esa agencia de la ONU, con sede en Viena, Austria, también afirma que han aumentado todos los indicadores de inseguridad, desde homicidios, violencia sexual, secuestros y asesinatos de policías.
Al contrabando de armas de fuego se agrega que Haití ha fortalecido su condición de punto de tránsito o trasbordo de drogas, especialmente cocaína, en una combinación letal que sobrepasa la capacidad de las autoridades para afrontarla.
En ese informe titulado “Mercados delictivos en Haití” se estima que más de medio millón de armas cortas están en poder de la población haitiana, pero considera que quizás la cifra real nunca llegue a conocerse, y advierte que fusiles AK-47 son los preferidos por las bandas armadas que operan en el país.
Aunque se cita a Estados Unidos como la principal fuente de los cargamentos de revólveres, pistolas y fusiles que ingresan a territorio haitiano, en el informe de la ONU se afirma que también llegan a través de la frontera dominicana, lo que debería ser investigado por organismos de seguridad y Ministerio de Defensa.
La situación de violencia y anarquía en Haití no podría afrontarse con mínimas garantías de éxito si desde la Florida se envía todo tipo de armas automáticas, incluidos fusiles de gran potencia, la mayoría de los cuales van a parar a manos de pandilleros y narcotraficantes.
Duele saber que en Estados Unidos se venden sin restricciones todo tipo de armas y que una pistola que se adquiere fácilmente por 400 o 500 dólares, se mercadea en territorio haitiano hasta por US$10,000, a lo que se atribuye la mayoría de los 2,183 homicidios y casi 1,400 secuestros reportados en 2022.
La realidad es -como se concluye en ese informe – que bandas armas y otros grupos criminales superan en número y potencia de fuego a la Policía Nacional de Haití, pero lo peor es que eso se debe al contrabando de armas procedente de Estados Unidos, que tampoco hace nada para socorrer a esa convulsa nación.
