El año pasado y el que discurre el país vivió una tensa campaña electoral y cambios importantes en la economía y la política.

La  pandemia de covid-19 se resiste y así desaprensivos se niegan a vacunarse.

Grandes divisiones se observan en los estamentos de la vida política y viene como anillo al dedo la siguiente máxima: “Es mas fácil seguir a un líder que usar tu propio criterio; pero el precio de tu lealtad es la sumisión y la mediocridad”.

Se hace un esfuerzo loable para detectar y condenar la corrupción, y es por ello que no me canso de repetir los seis pecados capitales que expusiera Mohandas Gandhi:

1.- Vida política sin principios.

2.- Riqueza sin trabajo.

3.- Conocimiento sin educación.

4.-Comercio sin moral.

5.-Ciencia sin humanidad, y

6.-Religión sin sacrificio.

Es un día propicio para zapatearte y que  jamás  nadie:

a)  Tenga poder para dirigir tu vida,

b) No permitas que manipulen tus sentimientos.

c) Que nadie te obligue a creer o a decir cosas que no crees.

d) Rebélate cuando otro intente pisotearte, desconsiderarte o irrespetarte.

En este día practica los desacuerdos con otros de forma elegante y sin ofender.

Los últimos meses de un año duro son propicios para desandar algunos pasos y pensar que puedes ser más responsable con tu salud, sobre todo, que en días pasados has cometido excesos en el comer y en el beber.

En el libro del profesor Thomen “Consejos que me dio mi padre” permítanme citar esta afirmación: “Las personas más inteligentes y difíciles de encontrar son quienes reconocen los problemas como parte de su vida y no se miden por la ausencia de ellos”.

La seguridad personal y familiar ha sido muy precaria en días pasados. Nos estamos volviendo una ciudad de paranoides, de gente desconfiada, huidiza, temerosas y ya está muy lejos la época en que nuestras ciudades se podían surcar las madrugadas en ánimo de ofrecer una que otra serenata.

Cuando agotamos otro año no sabemos si hemos envejecido o sencillamente hemos ganado experiencia.

La gente que está tratando de crecer se ancla mucho en el pasado.

El año que termina ha sido una pesadilla para algunos, pero para otros, ha sido un año de inicio de su movilidad social a través de la política y los negocios.

Unos perdieron por torpes, otros, ganaron con habilidades y fomentando la división de los favoritos.

Las frustraciones y los resentimientos son malos consejeros.

Es posible que no hayas podido cambiar tu vehículo o sacar tu anhelado apartamento.

No te estimulo a que seas conformista, pero la vida enseña que siempre será necesario tener un plan B, un bajadero , un atajo…

Déjalo para el año próximo, se le dice al muchacho que aspiró a tener una bicicleta y que está anotado en la lista de la vieja Belén o en las degradantes filas de repartidera de juguetes a las que estamos acostumbrados y que ya se avecinan.

El año próximo será mi gran año dice un optimista; el año que viene nos joderemos más, dice un pesimista.

Hoy 29 agosto,

Que has aprendido?

Que has hecho con tu vida?

¿Nada?

César Mella
[email protected]