ATLANTA – Juan Soto tomó algunos ´souvenirs de la serie de cuatro partidos como visitante de los Nacionales en Truist Park: cinco hits, seis carreras, dos jonrones, seis carreras impulsadas y seis bases por bolas.
Soto llegó a Atlanta bateando .267/.387/.385 con un OPS de .772. Su línea de barra mejoró a .281/ .411/.432 con un OPS de .843 al final del viaje, incluyendo un par de bases por bolas en la derrota de los Nacionales por 5-1 el jueves por la tarde, mientras llegaba a la base de manera segura en 11 de 17 apariciones en el plato.
«Es emocionante porque todos sabemos de lo que es capaz», dijo el utility Josh Harrison. «Él sabe de lo que es capaz…Consiguió lanzamientos y no los falló. Eso es un montón buenos turnos al bate: cuando consigues un lanzamiento, aprovéchalo. Y demostró eso en esta serie».
Soto había pasado 11 juegos sin un jonrón (desde el 19 de mayo), y no había pegado jonrones en juegos consecutivos esta temporada.
Una clave para salir de ese atolladero: golpear la pelota hacia el campo opuesto. El martes, Soto estableció momentum en el cuarto con un sencillo de dos carreras al jardín izquierdo. En el octavo, el jardinero derecho de 22 años conectó un cañonazo de dos carreras de 409 pies proyectados por Statcast al jardín izquierdo-central.
«Eso preparó todo para los próximos turnos al bate», dijo Soto sobre el sencillo. “Me puso en tiempo. Me mostró dónde puedo conectar la pelota, qué tan lejos puedo dejar que viaje y qué tan bien puedo conectarla en cualquier parte del plato».
El miércoles por la noche, Soto conectó un jonrón de 437 pies sobre el mismo lugar en la pared del jardín central izquierdo. El trabajo que había estado dedicando a conectar la pelota más al frente y levantarla en el aire estaba dando sus frutos. Al ingresar a la serie con los Bravos, Soto tenía una tasa de elevado/línea del 40 por ciento y una tasa de halar del 27,8 por ciento. En los primeros tres juegos de la serie, esos números mejoraron a una tasa de elevado/línea del 85.7 por ciento y una tasa de halar del 14.3 por ciento.
«Vi su swing [el miércoles] de nuevo, y su bate se queda en la zona como solía estar durante mucho tiempo», dijo el manager Dave Martínez. «Creo que estás viendo a Juan siendo Juan, y es bueno verlo».
Mientras Soto hace ruido en el plato, también atrae el ruido de la multitud. Mientras juega fuera del Nationals Park, hay reacciones audibles durante sus turnos al bate y mientras está a la defensiva, incluidos cánticos «sobrevalorados» esta semana en Truist Park.
«Cada vez que estamos en la carretera, sé que me dicen muchas cosas en el jardín derecho», dijo Soto. “Solo trato de prestar atención al juego. A veces simplemente me hacen reír. No me importa lo que digan. Realmente me concentro en el juego. Solo trato de disfrutar el juego y hacer todo lo que puedo. Cada comentario negativo, solo trato de sacármelo de la cabeza y mantenerlo enfocado en el juego».
Para la estrella que tiene la marca de ser el jugador más joven en ganar el título de bateo de la Liga Nacional y ya ha ganado un premio Bate de Plata, todo es parte de volver a la forma de los hits fuertes.
«El los ama. Dijo que los abucheos son parte de eso, no le molesta un poco”, dijo Martínez. “Él se alimenta de eso. Realmente lo hace. Como siempre digo, es un chico diferente. Le encantan los grandes momentos, le encanta jugar y le encanta ganar».
