Yahoo Sports.- La carga de ganar un campeonato fue reemplazada por el costo para Los Angeles Lakers , cuya apuesta por una repetición estaba condenada al fracaso en el momento en que la NBA decidió comenzar esta temporada en diciembre en lugar de enero.
El “descanso” de 71 días después de la burbuja de Orlando engendró las lesiones, que engendraron a la sierra circular vistiendo camisetas moradas y naranjas en lugar de moradas y doradas. En la era actual, parecería ser un desastre para un campeón defensor que se parece a sí mismo en el exterior encontrarse fuera de los playoffs después de la primera serie de eliminaciones.
Los Phoenix Suns hicieron los honores, un digno oponente que continuó con el tema de la sangre nueva eclipsando a los viejos monarcas en estos playoffs. Devin Booker y Deandre Ayton sacaron a los Lakers de la pintura, casi con desdén y con un vigor que no desaparecerá una vez que los Lakers se reagrupen y recarguen.
Era un secreto a voces que los cuatro finalistas de la NBA de Orlando tendrían dificultades para reavivar la magia, y solo queda Denver, esperando un enfrentamiento de segunda ronda con Phoenix. Boston nunca pudo encontrarse a sí mismo, lo que llevó a un cambio organizativo total. Los Miami Heat se enorgullecen de ser tan duros como vienen, pero se fueron con un gemido de barrido a los Milwaukee Bucks después de luchar contra una fatiga de principios de temporada y un agujero lleno de COVID.
Creer que los Lakers podrían hacer algo sin precedentes se debe casi exclusivamente a la creencia en LeBron James y su habilidad hercúlea para hacer que piezas dispares funcionen en poco tiempo, para hacer obsoletos los detalles de la adversidad, y casi esperabas que él tuviera la oportunidad de «ganar dinero». su maldito respeto ”una vez más como último equipo en pie.
Pero esto no es «Space Jam 2», la película que James conectó en respuesta a una pregunta sobre jugar en los Juegos Olímpicos de Verano, es un momento sin precedentes en la NBA y un momento difícil para repetir como campeón con poco descanso.
Se confirmó aún más cuando el tobillo de LeBron James se torció hacia adentro contra Atlanta, y cuando Anthony Davis cayó la primera vez, la segunda vez, la última vez. Tanto James como Davis hablaron sobre la frustración de no poder ver esto, de no poder recuperar toda su fuerza.
«Creo que teníamos un grupo que podía repetir esto, si no hubiera sido por las lesiones», dijo el entrenador de los Lakers, Frank Vogel. “Teníamos 21-6 cuando Anthony Davis cae, ya sabes, y luego ‘Bron cae poco después de eso. Así que básicamente descarriló nuestra carrera».
Los destellos estaban ahí, ya que sabías que los Lakers estaban jugando a la zarigüeya solo para poner sus patas de mar debajo de ellos y tener algo en reserva para esta época del año. Incluso en el Juego 3, algo de la fanfarronería y la arrogancia regresaron cuando abrumaron a los jóvenes Suns.
Pero no fue sostenible, y lo que se mostró en la destrucción de los Lakers por parte de los Suns fue un cambio en el juego limpio, tal vez algo de karma de baloncesto asomando la cabeza en la forma de Booker apenas atrapando la red desde el principio y ladrando a las reservas de los Lakers en los momentos finales.
NBA
Juegos de hoy
Atlanta en Filadelfia, 1:00 p.m.
(Juego 1 semifinal Conferencia Este)
Dallas en L.A. Clippers, 3:30 p.m.
(7mo partido)
Por: Vincent Goodwill
