El indignante argumento tras los arbitrarios apagones financieros, actualmente superados: más demanda de electricidad, “quiebra” de las compañías distribuidoras; mayor subsidio estatal. Así, eran particularmente inclementes en veranos. Por incrementado consumo de aires acondicionados, ventiladores, alimentos y bebidas refrigerados, etc., por el fuerte calor, los clientes resultaban criminalizados recibiendo extensos apagones, cuando era culpa de la mala gestión comercial de las EDE de pasadas administraciones. Finalmente, este es verano de “luz”, al menos en mi barrio (Edesur), y antes siempre muy golpeado con apagones. Paz eléctrica, para bienestar familiar; pequeños negocios como salones de belleza y colmados prosperar. No sé qué hacen Abinader, Morrison, Macarrulla, ni si durará; pero ahora el calor no enloquece ¡Hay luz!