Duele mucho que la comida esté cara, como es ahora el caso; pero que escaseen los alimentos nos dolería mucho más. Que aumenten los precios de los alimentos es un golpe a nuestros bolsillos, pero si escasean, ya son palabras mayores. Quiere decir que aunque tengamos el dinero para comprarlos, no podemos comprarlos. En la actual coyuntura crítica, donde se da por hecho que seguirán subiendo los precios, la consigna es entonces seguridad alimentaria sobre todo. Aunque como país tenemos la bendición de producir la mayor parte de lo que comemos, aunque con insumos importados, la última palabra la tendrá en ese sentido el Gobierno. Está llamado a apoyar y dar prioridad a la producción alimentaria.