El pasado lunes 14 era un día como cualquier otro, el cielo azul predominaba, el tránsito como siempre caótico y las personas se movían hacia todos lados con prisa de hacer sus diligencias, pero a las 3:14 de la tarde una fuerte explosión cambió por completo el ritmo de la vida diaria de la laboriosa ciudad de San Cristóbal.
Segundos después del estallido una enorme marea de fuego iluminaba todo el entorno opacando los rayos del mismo Sol, y además intensificaba el calor que ya había en la zona. Una densa humareda negra se dirigía hacia el cielo mientras una nube de polvo se esparcía desde el suelo dificultando la visibilidad y la respiración.
El corre y corre de las personas que huían despavoridas de las proximidades de la catástrofe, y otros que se dirigían hacia el fuego, desconcertados sin saber que ocurría, creando un bullicio de asombro, lamentaciones y dolor, era el drama que dominó por minutos el área afectada. Pero aun nadie salía del asombro y menos sabía lo que había pasado.
El 911
Eran las 3:15 y 39 segundos de la tarde cuando la central del 911 recibió la llamada de un ciudadano que informaba sobre una fuerte explosión en el sector de Villa Valdez, en San Cristóbal. Se recibieron otras 60 llamadas más, con pocos segundos de diferencia, y los operadores transfirieron las llamadas enviando unidades del cuerpo de bomberos y ambulancias al lugar.
Te puede interesar leer: Explosión SC fue por químicos acumulados recicladora plásticos
Doce minutos después con la información de la magnitud del evento desde la sede central del 911 el director de la entidad, Randolfo Rijo, activó el “protocolo estándar” para estos casos y bajo las directrices del ministro de la Presidencia, Joel Santos, se tomaron las acciones de coordinación con las instituciones de respuesta y las agencias de enlace, utilizando todos los recursos del Gobierno para brindar asistencia eficiente
Protocolos
“Cada llamada de emergencia activó el sistema, y todos sus protocolos de coordinación y atención, los cuales consisten en asignar las agencias necesarias para atender la situación reportada. Los despachadores comenzaron a asignar de forma simultánea los recursos que tenían disponibles en el terreno para dar respuesta a la emergencia”, dijo, el coronel piloto Rijo Gómez.
A pocos minutos del incendio aunque ya había unidades de bomberos combatiendo el fuego al no estar la zona protegida personas entraban a negocios y realizaban revisiones de vehículos pero lo que es peor estaban en zona de alto riesgo.
Entonces el protocolo del 9-1-1 movilizó agentes de la policía para salvaguardar la integridad de las personas haciendo un perímetro de seguridad en el entorno evitando que particulares caminen en zona de riesgo, y también protegiendo la propiedad privada. Más tarde se gestionó el apoyo del Ejército Nacional.
Agentes de la Dirección de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), empezaron a asistir en la coordinación para viabilizar el tránsito, por el laberinto de calles que seguían abiertas y prohibiendo el tránsito por las vías restringidas.
“En poco tiempo los protocolos de asistencia se habían activado y continuaba el despliegue de recursos, al ver la situación el sistema concentró todos los recursos de todas las agencias en ese evento. Ya eran unas 20 unidades de bomberos, camiones cisternas, y varias ambulancias, mientras se coordinaba la operatividad con todos los organismos de rescate que en minutos llegarían a la zona cero”, agregó Rijo.
Un ir y venir de camiones de bomberos, ambulancias, con su sirenas, camiones cisternas traslado de heridos, evacuaciones de residentes y empleados de empresas y negocios en los alrededores, unidades, decenas de bomberos tratando de sofocar el fuego y una gran área divida por una cintas amarilla, era parte del segundo a segundo en esa zona.
Además Rijo explicó. “Como ocurre en estos casos de desastres naturales y eventos masivos, el sistema 9-1-1 puso a disposición del COE toda su capacidad de coordinación y operación, para que este asuma el control de los recursos”. Casi 400 hombres y mujeres fueron usados por 9-1-1, la Defensa Civil, bomberos, Obras Públicas, CAASD, INACIF, policías, Digesett, ejercito, además de drones, unidades caninas, y 3 helicópteros.
Sospechoso
Muertos y heridos
Aunque ya el Ministerio Público ha establecidos a Edward Armando Vidal, propietario de “Vidal Plast”, como responsable de la explosión que dejó 32 muertos, y 59 personas con quemaduras y heridas en distintas partes del cuerpo, se desconocen las causas y el artefacto que pudo provocar tal explosión.
