La Organización de la Naciones Unidas fue el organismo responsable en la construcción del canal que desvía el agua del río Masacre hacia Haití, desde el principio todo estaba coordinado para que, el producto final de esa obra quedar impecablemente resuelto.
Fue un burdo engaño por parte de la ONU, si es que se puede llamar así, la finalidad fue humillar a la República Dominicana. Mirando algunas imágenes en diversos medios del susodicho canal, uno percibe que la obra en cuestión no se acerca ni un ápice, de lo que nos habían vendido al principio.
Si hacemos un recuento sobre los alegatos de distintos expertos, en esa nación no había ingenieros y arquitectos con la experiencia requerida para desarrollar una obra de esa magnitud; sólo se trataba de una construcción más por parte de los nacionales haitianos. !Pero, oh, sorpresa!… Ese canal, es todo lo contrario, a lo que habían vaticinado nuestros propios ingenieros y afamados diseñadores arquitectónicos.
Esos mismos, “dominicanos”, expertos en la materia, se prestaron para hacerle el juego a la ONU, para mentir y ocultar información del verdadero impacto final de esa obra; incluyendo, a las autoridades dominicanas, encabezadas por el presidente Luis Abinder, y las instituciones responsables de evitar que desarrollara esa construcción del canal sobre el río Masacre.
Ese canal que desvía el agua del río Masacre a suelo haitiano, se construyó con asesoría y supervisión de la ONU. No fue un disparate, todo fue bien coordinado y ejecutado, los dominicanos tendrán problemas con la producción, puesto que con el agua del canal La Vigía no resolverán la sequía que dejó el canal haitiano.
