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Antigua iglesia católica, frente al parque central de San Cristóbal
La comunidad de San Cristóbal ha entendido mal la información divulgada recientemente en torno a la llamada “iglesia vieja”, donde estuvo el templo del Padre Juan de Jesús Ayala y García, tenido por muchos como el fundador de la ciudad.
No se ha dicho en ningún momento que la antigua edificación, que no es la original del Padre Ayala y ha recibido remozamientos desde 1826 a la fecha, va a ser restaurada.
Simplemente un grupo de ciudadanos -integrado por el Alcalde, el cura párroco, funcionarios municipales y munícipes- visitó la antigua iglesia, cerrada desde hace muchos años, y constató sus condiciones físicas, muy precarias.

Ingrediente especial es que el grupo invitó y se hizo acompañar del arquitecto Eugenio Pérez Montás, experto en restauración de monumentos históricos, con amplio curriculum en la materia y vínculos familiares en esta ciudad, quien dio opinión técnica superficial de lo que puede hacerse ahí y en el vecino e inactivo Casino San Cristóbal.
Una información de la visita, con múltiples errores de contenido, fue divulgada por el Encargado de Prensa del Ayuntamiento y la gente ha creído de inmediato que hay planes concretos de remodelar la llamada “iglesia vieja”, que dejó de ser parroquia principal católica desde que en 1949 el gobierno de Rafael Trujillo inauguró la iglesia Nuestra Señora de la Consolación, bellamente adornada por los murales de José Vela Zanetti, frente a lo que hoy es el Parque de Piedras Vivas.
Al publicarse la aludida noticia en las redes sociales, incluyendo facebook, mucha gente ha creído, erróneamente, que existe un plan de remozamiento, cuando en realidad lo que existe es un deseo, un propósito, ni siquiera todavía un proyecto formal.
El grupo, con el Alcalde a la cabeza, va a hacer gestiones para el gobierno elabore ese proyecto y lo ejecute con recursos estatales, no con fondos municipales.
Rechazo
En torno al caso es oportuno sacar a flote un recuerdo personal de quien escribe: cuando Nelson Guillén fue alcalde municipal en el período 2016-2020, lo visité en su despacho a poco de instalarse y le llevé lo que estimaba una gran idea: gestionar con la Iglesia Católica la anuencia para que el Ayuntamiento de San Cristóbal asumiera el control de ese antiguo templo, lo acondicionara físicamente y convirtiera en un centro de eventos selectivos de la comunidad (reuniones, mini congresos, actividades culturales en general, etc, etc).
Guillén reaccionó inmediatamente con un rechazo tajante al planteamiento, indicando simplemente que no quería “bregar con la Iglesia”. Opté por no insistir al ver la poca receptividad a la que consideraba idea positiva.
Qué necesita?
Cabe apuntar que a la edificación hay que construirle nuevo techo, porque -como dice la gente- “llueve dentro y escampa afuera”, pero es un salón muy espacioso, limpio y bien emplazado -conectado al llamado “Parque de los vagos”. Pudiera servir para múltiples actividades seleccionadas por su valor, incluso del orden religioso, no para fiestas ni concentraciones estridentes que borren los orígenes cristianos.
La última remodelación se le practicó hace varias décadas -pienso que en los años 70 u 80- y al visitarla junto al grupo mencionado estimé que la inversión que necesita no es tan cuantiosa, aunque todo el mundo sabe que los presupuestos de obras oficiales son duplicados en relación a lo verdaderamente necesario.
El tema, estimo, debe ser planteado directamente al Presidente de la República, quien no tendría problema en disponer la obra, utilizando quizás la alcancía que tiene en esta zona y maneja discrecionalmente: la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid), que ha realizado y lleva a cabo por estos lares múltiples trabajos de puro interés comunitario, incluyendo la remodelación de la Gobernación Provincial y del liceo musical Pablo Claudio y que precisamente está administrada por un sancristobalense neto que sabe aquilatar la historia local.
josepimentelmunoz@hotmail.com

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