
[ad_1]

A pesar del avance de los mecanismos digitales y electrónicos, muchos, buenos y variados libros se siguen escribiendo y editando a la usanza tradicional -es decir impresa- en el país, algunos con la particularidad satisfactoria de provenir de jóvenes talentosos que emergen en el quehacer literario.
Uno de esos nuevos libros ha caído en mis manos recientemente y lo he leído con mucho interés dado que es un esfuerzo por proyectar una comunidad cercana a mi lar nativo de la que he tenido referencias desde que era pequeño.
La obra se titula “San Gregorio de Nigua: un municipio histórico” y es autoría de Celestina Heredia Valdez, joven intelectual con buena base cultural, quien se empeña en la obra en dar a conocer lo que es Nigua más allá de lo poco que se conoce hasta ahora.

Como se resalta en la contraportada del libro, “San Gregorio de Nigua ha sido escenario de importantes hechos de marcada relevancia para la historia del país”, entre ellos haber sido cuna de la industria azucarera del Nuevo Mundo.
Lo que hoy es municipio de la provincia San Cristóbal y antes fue simplemente una sección y más atrás un simple pobladito, está situado en la franja Sur del país -prácticamente recostado al mar Caribe- entre San Cristóbal y Haina.
Heredia Valdez, de quien justicieramente hay que destacar que ha sido docente durante un cuarto de siglo y tiene Maestría en Historia Dominicana y Licenciatura en Educación, reúne los conocimientos básicos para hacer un apretado y panorámico enfoque de esa comunidad, que luce muy suya y con la que tiene lazos afectivos estrechos.
Así, ella explica los orígenes del nombre de Nigua y cómo surgió y evolucionó; precisa su legado histórico y habla de los pequeños ingenios en su seno y de la rebelión de esclavos. Observa como uno de sus parajes, Cambelén, fue sede del gobierno en 1914. Va más allá y refiere el papel de Nigua durante la intervención estadounidense del 1916. Subraya la existencia de la antigua cárcel de Nigua, del Leprocomio Nacional y el manicomio Padre Billini durante el régimen de Rafael L. Trujillo y de las casas y fincas de éste en esa jurisdicción.
Pero no todo es historia antigua, puesto que la autora explica como Nigua, de humilde pobladito, pasó a ser municipio y cuál es la vida municipal actual. Y hace una amplia reseña de las manifestaciones culturales y las costumbres en la zona, hoy ampliamente habitada, “motorizada” y “colmadeada”.

En fin, Celestina Heredia Valdez -miembro fundadora y presidente de la Fundación Pro-conservación de las Raíces Africanas y el Patrimonio Cultural y Natural de Nigua y técnico docente en el distrito educativo Nigua-Palenque, hace un trabajo de mucho valor que ha debido recibir mayor ayuda oficial y privada, especialmente de aquellas empresas radicadas en las periferias de Nigua.
Vale relievar que la edición de este libro ha estado al cuidado del gestor cultural sancristobalense Ramón Mesa y que la corrección de texto ha sido realizada por Ysabel Florentino.
Se trata, en fin, de una obra que debe ser reclamada, conocida y reeditada en mayor volumen, con fines de expandirla y darle el sitial que merece.
josepimentelmunoz@hotmail.com
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
[ad_2]
Source link