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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un incremento de 1.18% con respecto a diciembre de 2021, y la inflación interanual se colocó en enero de este año en 8.73%, por lo que el Banco Central ha reiterado que las presiones inflacionarias han sido más persistentes de lo previsto.
Es ese un serio problema que confrontan grandes y pequeñas economías, como la de Estados Unidos, cuya inflación subió en enero a 7.5 %, la más alta en los últimos 40 años, lo que eleva la presión sobre la Reserva Federal para que comience a subir los tipos de interés en marzo.
La Junta Monetaria autorizó con mucha antelación al banco emisor incrementar la tasa de política monetaria en 200 puntos básicos hasta ubicarla en 5.0 % anual, además de realizar operaciones de subasta de letras y notas para reducir la masa monetaria en circulación y facilitar la reducción gradual de la inflación.
A pesar del alto índice inflacionario en Estados Unidos, que ha disparado los precios de las viviendas, vehículos y electrodomésticos, la directora de inversiones del Banco Wells Fargo sostiene que es probable que la inflación alcance su punto más alto en los próximos meses y que se mantendrá como un desafío para consumidores, empresas y la política.
La inflación subyacente, que excluye combustibles, tarifa eléctrica, transporte, bebidas alcohólicas y tabaco, se situó en enero en 0.65%, un indicador sobre el cual las políticas monetarias pueden incidir con mayor efectividad, porque los demás rubros experimenten fuerte impacto del sector externo.
Banco Central y Junta Monetaria se han adelantado a la Reserva Federal en la aplicación de políticas monetarias cónsonas con la escalada inflacionaria, como ha sido el incremento en la tasa de interés de referencia y la realización de subastas para reducir sustancialmente el circulante.
Aun así, falta recorrer un largo trecho en los esfuerzos por lograr una convergencia gradual de la inflación al rango meta de 4 % ± 1 %, más aun cuando se prevé que el precio del barril de petróleo, que en diciembre se situaba en US$ 71, alcanzaría los cien dólares en los próximos meses, atizado por tensiones políticas y limitaciones en la producción mundial.
El ámbito monetario ha sido debidamente cubierto por el Banco Central, por lo que corresponde al Gobierno diseñar y aplicar políticas económicas y fiscales que alivien la pesada carga que la población acarrea en un ambiente de presión inflacionaria provocado en gran medida por tormentas externas
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