Kiev negó este lunes 22 de mayo haber participado en un ataque en la región fronteriza rusa de Belgorod que Moscú atribuyó a un acto de «sabotaje» ucraniano.

Mientras que las milicias rusas que dicen que se oponen al presidente Vladimir Putin se han adjudicado la responsabilidad de las incursiones transfronterizas.

Entretanto, las autoridades ucranianas informaron que restauraron el suministro de energía de la planta nuclear de Zaporizhia, la más grande de Europa.

Versiones que contrastan. Rusia aseguró que se encontraba luchando contra una incursión transfronteriza de saboteadores que irrumpieron en la frontera desde Urania a la región de Belgorod. Unas acusaciones que Kiev niega.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, informó que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, había sido informado y que se estaba trabajando para expulsar a los «saboteadores», informó la agencia de noticias estatal ‘RIA Novosti’.

Se trata de uno de los mayores ataques de este tipo desde que comenzó la guerra el año pasado. El gobernador de la región rusa de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, aseguró que un «grupo de sabotaje» ucraniano había entrado en territorio ruso en el distrito de Graivoron, en la frontera con Ucrania, y estaba siendo repelido.

Además, detalló que al menos ocho personas habían resultado heridas y tres casas y un edificio administrativo se habían visto afectados. Sin embargo, las cifras están por confirmarse.

La información que brinda Kiev es otra. Según afirmó el asesor de la Presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, el país no tiene «nada que ver» con la incursión.

«Ucrania sigue con interés los acontecimientos en la región de Belgorod en Rusia y está estudiando la situación, pero no tiene nada que ver», sentenció en Twitter.