Hay que estar vivos para ver cosas se podría decir, no a manera de chanza, sino para disipar la indignación por una información servida ayer viernes desde Nicaragua: Dora María Téllez, la excomandante sandinista, ha sido condenada a 15 años de prisión.
El delito: Una supuesta conspiración para menoscabar la integridad nacional, lo que en los hechos se reduce a haber criticado a Daniel Ortega por su represión a todo atisbo opositor.

En un “juicio” en una cárcel policial, a puertas cerradas, y con la sola presencia de un hermano, el juez, atendiendo a la petición de la fiscalía, la inhabilitó también para ejercer cargos públicos.

Para colmo, lo que también sirve para dar una idea de lo que acontece en Nicaragua, en otro juicio, también en una celda de la misma cárcel que es identificada como “El Chipote”, fue hallado culpable el líder estudiantil Lesther Alemán. Su delito: confrontar cara a cara a Ortega durante un diálogo nacional en 2018 en medio de protestas sociales.

Téllez, de 65 años, no necesita carta de presentación por haber sido la Comandante 2 del grupo que en 1978, liderado por Edén Pastora, asaltó la sede del Congreso, pero que con el tiempo puso distancia de Ortega al entender que no encarnaba los verdaderos valores del sandinismo, y formando su propio movimiento.

En cuanto a libertades políticas y públicas; en cuanto al respeto y preservación de derechos humanos fundamentales, ya no se puede decir que los actuales gobernantes de Nicaragua van por mal camino; están ya en el mal camino.

Mueve a preocupación por la forma en que el gobernante Ortega intenta concentrar todo el poder político y hasta institucional.

Consideramos que los intentos de silenciar a la oposición política, perseguir a los que se animan a criticar al régimen de gobierno y encarcelar a los opositores, jamás pueden ser un camino aceptable para mantener la democracia.

Ortega, desde el movimiento sandinista y desde antes, protagonizó luchas memorables, en especial contra la tiranía de los Somoza, pero quizá sus largos años gobernando hayan llevado a olvidar al otrora líder guerrillero, que el poder corrompe, y que el poder total corrompe totalmente.