Un ejemplo de presentar la realidad sesgada o cuando se toma solo parte de un hecho y se oculta que es solo eso, ha sido el comentario de la argentina Viviana Canosa. Es cierto, le irritó la risa porque a los argentinos les iban a dar clase de merengue si visitaban República Dominicana, pero sin mencionar a Abinader y sin mandar al merengue ni al país al carajo. Fue un agresivo discurso para decir que su país es un chiquero y para rechazar la reelección de su presidente. Entonces, a qué la bulla. A la propensión a ignorar la fuente, a generalizar y a absolutizar verdades parciales; a protagonismo y a mentir y seguir, como si nada, tal aquel eslogan de “agua y jamón y como el primer día”.