En opinión de observadores no contaminados, lo ocurrido el domingo en Cuba fue un conato importante en la lucha histórica de una parte, subrayen eso, de una parte de ese pueblo. Pero que nadie se llame a engaños, el asunto ha sido magnificado y multiplicado por mil por una acción nada inocente: Fotografías trucadas correspondientes al maleconazo de 1994 y hasta de Egipto cuando la Primavera Árabe, sembrando la idea de que las “masas’’ se tiraron a las calles en forma tan abrumadora que el régimen estaría a punto de caer. Lo cierto es, para bien o para mal, según el cristal con que se mire, que los “comandantes’’ ya tienen la sartén por el mango. Otra vez será.
