En la Lotería Nacional ronda una especie de “currú” o maleficio en la cantadera de los bolos o números de los premios. El sábado hubo equivocación de un experimentado presentador de televisión que tomó el bolo al revés, leyendo por tanto número equivocado. Y la gente no deja pasar una. Las conjeturas pululan a montones, y no de cosas que contribuyen a aumentar la credibilidad de la institución que se ha ido por el suelo luego de sorteo del que se dice que el ciego no le pasó bolo alguno a la locutora. A como van las cosas, será necesario invocar a Pildorín con su famoso “veterano, mete la manito y saca un numerito”.
