Entre los grandes sucesos de nuestra historia figura el huracán San Zenón, que devastó la ciudad de Santo Domingo con saldo de unos 2 mil muertos, hecho ocurrido un día como hoy en 1930, cuando la capital dominicana consistía, fuera del recinto colonial, de construcciones de madera y tenía unos 70 mil habitantes. Ese desastre natural adquirió mayor dimensión histórica al servirle de impulso al poder dictatorial del presidente Rafael Leónidas Trujillo. Cuarenta y nueve años después nos azotó David, recientemente rememorado, uno de los huracanes más mortíferos de la última mitad del siglo pasado y el único categoría 5 que nos ha azotado. Finalmente, en septiembre de 1998 nos llegó George, categoría 3, pero muy destructivo también.