Cuando el Senado integra las comisiones, las miradas se fijan en la de Hacienda. Siempre se sugieren muchas cosas, pero en realidad la expectativa es por la importancia de las piezas que pasan por sus manos, entre ellas los contratos de préstamos. El “premio” recayó en Faride Raful, quien no ha decepcionado a los que vieron en ella a la persona ideal. Hubo dudas, dada su radical oposición a la política de endeudamiento del gobierno anterior, pero se equivocaron y ahí está defendiendo con fiereza los préstamos que criticaba, pero para despejar dudas, ella habla de ella misma con un rejuego de palabras (retruécano) a lo Ricardo Arjona: “No cabe cuestionamiento a nada que se apruebe en la comisión de Hacienda mientras Faride Raful sea la presidenta de la comisión de Hacienda”.
