Quienes decidieron matar a Jovenel Moise es gente poderosa que no tiene que ver con las últimas movilizaciones populares ni con los atracadores que azotan a Haití por todos lados. Primero: no cualquiera tiene los contactos para contratar a sicarios extranjeros, además de que contratarlos cuesta mucho dinero (centenares de miles de dólares, por lo menos); hay que traerlos con todo el tiempo necesario para que estudien el terreno, la rutina de vida del objetivo, la forma de neutralizar la seguridad del mandatario. Y ante la sospechosa pasividad de la prensa haitiana, se impone preguntar: ¿Quiénes, pues, pagaron su muerte?
